Hasta el Puerto de la Cantera

Tomando las debidas precauciones al pasar por la A-387 desde la calle que desemboca en el Mirador, a la izquierda aparece el primer cartel indicador de los senderos de Mijas y una placa en recuerdo al desaparecido autor de una publicación sobre los valores naturales y senderos de la sierra. Desde aquí se desprende una vereda que coincide con un Vía Crucis que en cada estación cuenta con un banco. Aunque el sendero tome un desvío a la derecha un poco antes, merece la pena acercarse a la Ermita del Calvario hacia la que se dirigen las quince estaciones de penitencia. Este eremitorio está bajo la advocación de la Virgen de la Peña y fue erigido por los monjes carmelitas para su retiro a la oración en tiempos en los que, por supuesto, no existía la carretera y el acceso era un poco más complicado.

Se dejan pues definitivamente a la izquierda la capillita y el trazado coincidente con la Etapa 32 y se sigue ascendiendo. La adaptación de los pinos piñoneros al fuego se constata perfectamente en estos primeros compases puesto que de aquél incendio apenas quedan los restos ennegrecidos en los troncos. La vegetación de esta primera parte está compuesta sobre todo por esparteras, con palmito, espino cambrón, Lavandula multifida, clavellinas y Staehelina dubia. Al ir el sendero por una loma, las vistas sobre la Costa del Sol no encuentran obstáculos salvo en los bosquetes de pinar algo más densos.

Se suceden a izquierda y derecha los desvíos para la Cantera del Barrio y la Cañada de Gertrudis respectivamente y cuando se han recorrido 1.900 metros se accede al carril. Aquí se desvía hacia arriba la Ruta Azul en busca del Puerto de Málaga mientras que la pista de tierra llanea hacia levante. Lo que hay que hacer ahora es recorrer la cabecera de cuenca del Arroyo del Nacimiento dejando el Cerro del Chaparral y el Pico de Mendoza a la izquierda. En cada uno de los recodos se pasa por una arroyada y al transitar por las aristas se tiene ocasión de contemplar la primera de las canteras de áridos desde esta altura. Las redondeadas y brillantes copas de los pinos piñoneros ofrecen un fuerte contraste con los afilados perfiles de la mina a cielo abierto y sus blancas laderas escalonadas, que afortunadamente están siendo restauradas con la vegetación autóctona.

Al pie del camino, los taludes ofrecen a la vista las rocas descarnadas con sus llamativas formas erosivas y las arenas rosadas que se escurren entre los mármoles constatando así la labilidad del terreno y la facilidad que las aguas de escorrentía tienen para erosionar las laderas. El único remedio efectivo contra este pernicioso fenómeno es la cobertura vegetal. Las colonizadoras, aquellas plantas que crecen casi sin sustrato, aparecen en las cunetas, siendo algunas de ellas muy llamativas: Alyssum serpyllifolium o la viborera de distribución restringida Echium albicans.

Hay un mirador excelente en el último de los salientes del carril que permite unas amplias vistas sobre la cuerda de la Sierra de Mijas que se va a recorrer hasta el Cerro del Moro, coronado de antenas de telecomunicaciones, y el litoral tan cercano a la montaña en ese punto. Inmediatamente después la vegetación cambia sustancialmente merced a la orientación de umbría del monte, apareciendo bastantes encinas entre los pinos carrascos y piñoneros con coscoja, enebro, romero y aulagas de buen porte pero también una buena diversidad de plantas de menor tamaño.

Se accede por fin en un cruce que marca el Puerto de la Cantera (km 4.8) en el que se coge una pista forestal mucho mejor acondi- cionada, torciendo hacia la derecha. Por este vial se une de nuevo al GR el PR A-171 Mijas Benalmádena viniendo desde poniente.

Por la línea de cumbres

La orientación septentrional de los primeros metros del nuevo carril hace que el pinar de carrasco esté mucho más desarrollado, y tan espeso que apenas permite crecer a otras plantas. Como testimonio de que estamos en tierra de minas, a la derecha hay un depósito verde en desuso propiedad de la Compañía General de Canteras S.A. para abastecer de agua a la Cantera de los Arenales. En el Puerto de la Media Luna, cuando el carril describe una amplia curva hacia el norte, se entra por primera vez en el término de Alhaurín de la Torre y aparece un nuevo bosque de encinas emergiendo de entre la repoblación forestal de coníferas.

De pronto se tienen unas vistas espectaculares sobre el Valle del Guadalhorce, el Arco Calizo Central e incluso las sierras calizas de la Comarca de la Sierra de las Nieves, con el Tajo del Águila, un alto escarpe, cerrando la panorámica a la izquierda. Se llega así a uno de los lugares emblemáticos de la Sierra de Mijas, el Puerto de las Grajas, donde un árbol señero conocido por senderistas y usuarios de la BTT como El Pino (un ejemplar de Pinus halepensis de buena forma) señala un cruce cuádruple. Los laterales llevan hacia las zonas bajas (el de la derecha representa un buen vial de escape). Pero se sigue recto hasta dejarlo en pos de una vía de saca (km 7.8) señalizada sin salida para vehículos que durante 1.400 metros recorre el flanco del Cerro Jorado estrechándose cada vez más entre una vegetación exuberante a la que se unen ahora cornicabras, lentiscos, acebuches, ardiviejas, matagallos, abundantes enredaderas y limoncillo o crujidora (Bupleurum gibraltaricum).

Comienza un verdadero sendero en el mayor bosque de pino resinero del día, con altos ejemplares que apenas pueden sostenerse en sus raíces debido a lo juntos que han crecido.

Después de una subida muy pendiente se anda por una cresta caliza con vistas hacia la Bahía de Málaga entre abundantes chaparras y Ephedra fragilis hasta que pasa por una primera sillada, el Puerto de las Tres Caleras, y una segunda denominada Puerto del Cerial, ambas con ejemplares de pinos negrales y carrascos de mayor porte.

Por el sur contacta con el sendero una pista asfaltada que podría ser una alternativa para acortarlo, pero se obvia para volver a encontrarlo cerca del camino de acceso a un Mirador habilitado en el Cerro del Castillejo. Las antenas de telecomunicaciones que coronan el Cerro del Moro, con sus 939 metros de altitud son también un buen lugar para panorámicas de 360 grados. Tanto esta posibilidad como la de la Ruta 5 de la Mina de la Trinidad se dejan a la derecha hasta llegar a un cruce que vuelca hacia levante (km 12 y punto más alto de la etapa).

El Barranco del Quejigal

La fuerte pendiente, el terreno muy arenoso y quizá un uso no senderista de los caminos ha hecho de este primer tramo un lugar donde extremar las precauciones. Rodeado de nuevo de un denso pinar la vereda encuentra pronto un par de cruces señalizados para la Ruta 4 ya en término municipal de Benalmádena. El paisaje ahora se abre a la costa de este pueblo en un hondo barranco por el que bajará la vereda.

Mientras se va dejando a la izquierda el Tajo de la Sabia, que no es visible desde el camino, el terreno se va volviendo cada vez más arenoso hasta que llega a un tercer cruce. El ramal que sigue de frente será el que la Etapa 34 utilice para pasar por el Calamorro. Ahora pero ahora hay que terminar la que se tiene entre manos descendiendo por el hábitat propicio para el endemismo local protegido Linaria clementei, los arenales dolomíticos. Se llega así al fondo del barranquito para realizar un desvío hacia poniente buscando el Tajo del Quejigal, uno de los más afamados escarpes de la sierra por su proximidad a Benalmádena y la interesante flora que propicia la umbría del arroyo.

Cuando se cruza el Regajo del Quejigal (km 15.4) entre adelfas y juncos se ha pasado por una especie de área de descanso con bancos y una fuente sin agua y se localiza la primera de las casetas de registro que irán acompañando y señalando el recorrido hasta el final. El sendero va tomando ligeramente altura mientras que la vegetación va sumando especies y ganado en frondosidad. Es muy interesante la que se ha instalado en los cantiles de la cantera en desuso donde prevalecen las cornicabras.

El GR-249 va girando progresivamente hacia poniente y acercándose a la Autovía del Mediterráneo, a la que acompaña desde que se le une por la derecha el camino de la ruta que se dejó arriba, la número 4 de color rosa. Un segundo cruce señala el otro ramal de esta alternativa y, siguiendo las arquetas o la goma y tuberías que aparecen de vez en cuando se pasa por debajo de la AP-7S mediante el túnel de Arroyo Hondo, que desemboca en el parquecito de la Calle Luís Cernuda y lleva hasta el final de etapa en la Avenida Juan Luis Peralta en la zona norte de Benalmádena.